Consejos para ir de vacaciones con tus padres

Si te han dicho que las vacaciones son la mejor época para descansar con tus padres, amigo mío, siento decirte que no es cierto, aunque ellos crean que sí. Pero no se lo digas.

Las vacaciones son una oportunidad para que nosotros, los hijos, demostremos nuestra valía lejos de las comodidades habituales del hogar. Si eres capaz de sobrevivir en un entorno nuevo sin los recursos con los que cuentas en casa, es que eres un verdadero profesional. Mi consejo principal: tómate las vacaciones como un reto para ti y vivirás una gran aventura familiar.

1r. paso: Hacer la maleta

No hay nada como ayudar a tu madre a hacer las maletas y decantarte por el minimalismo. Tanto si es para dos noches como para quince, la regla básica es llevarlo TODO.

Vacío el contenido de los cajones y armarios en una caja de embalaje, meto todos los juguetes en cajas y hablo con mi padre para que logre enviarlos por adelantado para nuestra comodidad. Si tu padre accede, amigo, cuídalo, es una especie en extinción porque con el mío no cuela. 

2º paso: Elegir el transporte

¿Automóvil? ¿Avión? ¿Barco? ¿Coche de San Fernando?

Mi preferido es el avión, y si se tiene un presupuesto ilimitado, lo preferible es viajar en primera clase. Sólo cuesta diez veces más que ir en coche y cinco más que ir en barco, pero ofrece unos asientos más grandes donde no pararás quieto (tranquilo, no te apearán por mucho que tu madre te amenace con que os van a echar si no te calmas). Si además quieres que te lluevan barras de chocolate, gominolas y cacahuetes, tan sólo tienes que agitarte más de lo habitual para que la gente se agolpe a ofrecerte sus manjares.

Si el elegido es el coche, y viajas con mi padre, prepárate para ir comido (Hugo, no se come en el coche que se ensucia) e ir orinado (y lo otro) porque salvo emergencia automovilísitica no se para hasta que él lo decide o el coche lo pide.

En cuanto al barco, prepárense para llevar en el bolsillo derecho unas pastillas anti-mareo y, en el bolsillo izquierdo, unas bolsas, por si acaso. No hay nada peor que un viaje en barco sin estos indispensables. Para la seguridad e integridad de los pasajeros, deberían entregarte al entrar un plano de las escotillas y también de la velocidad y dirección del viento, no vaya a ser.

3r. paso: Establecer el alojamiento

Hotel, casa de alquiler o camping son las opciones habituales que se manejan en mi casa, aunque yo sé que hay otra muy socorrida en las familias y sobretodo en los últimos tiempos, pero la voy a obviar: ir de okupas a casa de algún amigo o familiar.

Si has soñado alguna vez con vivir en una casa de un solo ambiente con tu familia, todos durmiendo, bañándose y comiendo en menos de cuarenta metros cuadrados, entonces tu opción es el hotel. Pero dormir en un hotel, amigos, es como hacerlo en casa pero menos rato. Nosotros, los niños, no nos quedamos dormidos, nos desmayamos literalmente en la cama y a las 6 de la mañana ya estamos pidiendo el desayuno.

El camping es el lugar ideal para que nosotros conectemos directamente con el animal que llevamos dentro, ya que es la libertad absoluta. Es como vivir en la calle, durmiendo al raso con tan sólo una cremallera separando el mundo de mi persona. ¿Hay algo mejor?

Y ahora, con estos consejos, amigo, elige tus mejores opciones de viaje, estrecha lazos afectivos con los tuyos, descansa y sobretodo haz muchas, muchas fotos porque quizás no tengas ocasión de repetir un viaje como éste.