¿Quién quiere ser mundial?



Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
¡¡¡Empieza el partido!!!

Y ahí estamos todos. La familia “cuchufleta” pegada a la tele.

Ver el Mundial de Fútbol mola. Es como una gran fiesta. Todos con ropa especial, maquillaje en la cara, brazos y piernas; pulseras nacionales en las muñecas …. el corazón palpitante, la ilusión en los poros y, lo mejor, un gran banquete de celebración.

Nada de marisco, eh? Ni de merluza ni cordero de los banquetes tradicionales, aquí señores manda la pizza, las hamburguesas, las patatas fritas, los nachos con guacamole, las palomitas, el kebap, el dúrum y la prima hermana del colesterol.

Pero lo mejor de todo es la Coca-cola. ¡Ay, la cocacola! Este verano me está haciendo taaaaaaaaaaaan feliz. Y es que ¡¡puedo coleccionar las latas con los logos de los países competidores!!, aunque mi madre se empeñe en nublar mi felicidad:

-          Hugo, te he dicho que no quiero “más porquerías” en los estantes.

Porquerías, dice. Qué sabrá ella? Pero ya saben que en todas las casas siempre hay una reina mandona, y en la mía, están ella, su sombra y sus normas. Mecachis!.

Sólo me deja guardar 3 latas. Así que yo …. me incorporo al juego desde el banquillo, salgo por la banda izquierda de la cocina, rodeo la entrada con maestría, alcanzo el frontal del área y atravesándola sin cometer ninguna falta, entro sigiloso en la habitación sin ser interceptado, y salvando el fuera de juego y el despiste del árbitro, fusilo la lata en tooooooda la estantería,

-          Goooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooool!!!.

Durante 90 minutos, en cualquier bar o salón español, todos somos futboleros, hermanos y grandes aliados contra nuestro enemigo, el rival. Al principio todos hemos vibrado siendo Iniesta, Xavi, Ramos o Iker, pero la realidad nos azota el orgullo, más pronto que tarde, y ¡zas! todos a casa. Así que, amigos, vendo camiseta a precio de saldo y, de regalo, una pulsera de la FIFA para el Mundial. Lloro de impotencia y, con amargura, me vuelvo a casa sin una navidad que celebrar. 

Fútbol


Aún así, seguimos pegados a la tele con la cabeza llena de quinielas sobre posibles resultados, concentrados y atentos a la pelota, avanzando al trote en los regates, empujando al adversario, reprehendiendo al árbitro, haciendo pases, lanzando faltas, penaltis e incluso insultos, pidiendo cambios, sugiriendo estrategias… y gritando tan fuerte que estoy seguro que mi madre tiene razón y se nos oye en Curitiba.

Ahora todos somos Neymar, James, Van Persie o Guardado. Y como dice mi abuelo que “en la viña del señor cabe de todo” también está Luís Suárez.

Mi madre, no deja de decirnos que con el fútbol se viven grandes extremos:
  1. nos volvemos insociables e intratables cuando perdemos
  2. pero qué simpáticos, amigables y cariñosos cuando ganamos ¿verdad? No digamos los jugadores que se besan y abrazan, e incluso se palmean el culo (qué asco!)

La montaña rusa de la vida, con sabores ácidos y dulces. Y hablando de sabores, amigos, voy a comerme un Kelia congelado (un Burman Flash que le llama mi padre ¡será antiguo!) mientras celebro que son las seis de la tarde y hay nuevamente partido.


Comentarios

  1. Jajaja! Sí, la verdad es que son días para disfrutarlos así, ¡lástima que a España nos eliminaran tan pronto! no seas mala y deja a tu niño coleccionar todas las latas de Coca Cola que quiera.

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    1. Oh! Verónica, si le dejo guardar todas las latas, tenemos que salir todos de casa. Pero bueno .... haré la vista gorda con los equipos que quedan en semifinales.

      Me alegra verte por aquí, de nuevo.

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  2. jaja, todo lo que me ahorro! De momento mis peques son pincesas total!! ;-o)

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    1. Antes no veíamos un partido, y ahora estamos todos enganchados ¿puedes creerlo?
      Lo que hacen los hijos!
      Gracias por pasarte Txell

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  3. Jajaja me encanta!! Yo quise cambiar mi camiseta de apoyo a España que compró mi madre a toda la familia y al final no pude porque perdió el ticket. Porque luego me la puse al día siguiente de perder y todo el mundo me miraba en pla "estas toli?"
    Me encanta tu blog!!

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    1. Me ha encantado lo de estar "toli" no lo había oído, jajaja.
      Gracias por pasarte Sonia.

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  4. La verdad que no hay clima como el del mundial... en bares, cafés, oficinas y casas todo decorado y todos alentando, es lo más!
    Y este mundial que fue acá cerquita en Brasil (yo soy de Argentina), pudimos ver muuuchos más partidos porque no nos caían de madrugada, así que más ambiente mundialista todavía!

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