El efecto peso muerto o la rabieta en los niños
Tú que eres mi amigo adulto. Padre, madre, tío o abuela de una criatura angelical ¿te
gusta hacer recados y visitar tiendas? Estupendo!! pero ¿por qué no vas tú solo?
No
hay ni un solo niño en la faz de la tierra que quiera acompañaros por una
vorágine de treinta y seis plantas donde nosotros nos aburrimos como ostras. No
nos dejan correr. No nos dejan comer. No nos dejan tocar. Y para colmo, resulta
que el recado nunca consiste en ir a por cromos
o pulseras luminosas, sino en llevar un abrigo a la tintorería o comprar
platos y cucharas para la cocina.
Y aun
así os preguntaréis el porqué de las posibles respuestas enérgicas que tenemos los niños ¿verdad?
Chillar, protestar, poner morros, llorar … son algunas de estas reivindicaciones que nos gusta
emplear a los niños cuando nos aburrimos. Pero hay otro fenómeno que yo hace
tiempo que no practico pero del que me gustaría hablaros: el efecto peso muerto.
El
efecto peso muerto abre la válvula del cerebro que convierte los minerales para
tener huesos fuertes, en puro chicle. El cuerpo empieza a pesar, a pesar y a
pesar. Los síntomas comienzan a manifestarse de la siguiente manera:
Fase 1. Cámara lenta:
Empiezo
a caminar como si cada paso me causara un dolor físico terrible. Mis hombros se
echan hacia delante de tal modo que acabo rozando el suelo con los nudillos. Y
en cuanto oigo:
-
Hugo ponte
derecho
se
activa el detonante de entrar en la fase dos.
Fase 2. Indicadores verbales:
-
Mami estoy
cansado (atención al cuerpo en cámara lenta –fase 1-)
-
Mami, no quiero
andar más
Si
mi madre es inteligente y quiere paliar los devastadores efectos posteriores me
coge en brazos y velozmente busca la pastelería más cercana. No hay nada que no
solucione un buen puñado de muffins de chocolate o unas gominolas.
Si,
por el contrario, mi madre tiene un momento testarudo y me dice:
-
Venga vamos, que
ya casi hemos terminado
entonces
llegaremos a la fase 3
Fase 3. Efecto peso muerto:
PUM!
Hugo al suelo. Visto y no visto.
Te
darás la vuelta mami, y ahí estaré yo, sentado o tumbado en el suelo. Primero te quedarás
pasmada, y mirarás rápidamente a tu alrededor para ver si hay alguien observando.
Siempre hay alguien. Lo sé. Y si algún espectador tiene la osadía de echarte en
cara mi actuación, saldrás en nuestra defensa diciendo:
-
¿Cómo ha podido
suceder esto? Si mi hijo, con lo obediente que es, nunca se comporta así!
Pero
¿a quién pretendes engañar?
Así que, amigo, si no quieres que empeore he aquí unos consejos:
a) Asegúrate de llevar unos caramelos, unas chocolatinas o algo dulce en el bolso. Sino, corre al primer quiosco para satisfacer a tu hijo de las bondades del azúcar. Será conveniente llevar también unas toallitas húmedas porque no hay mejor regocijo que limpiarse a lo primero que se pilla: ropa de las tiendas, sofá de un expositor ... comprometido eh?
b) Lleva tu móvil cargado y con alguna aplicación de interés infantil
c) No profieras
amenazas descabelladas porque no servirán de nada y pronto las incumplirás
d)
Reconsidera la
salida de hacer recados y visitar tiendas con tus hijos. Dejándolos en un parque infantil o incluso con los alegres y consentidores abuelos (esto nos encanta!)
Uy, uy, uy cómo te entiendo Hugo. Yo hace años que hago compras por internet, o bien cuando dejo a la niña en entrenamiento y en una hora voy al súper, a la tintorería y a la librería. El día que tenga más tiempo para comprar me va a sobrar tanto que voy a empezar a derrochar dinero.
ResponderEliminarBien hecho, tu hija te agradece enormemente que no la lleves contigo a los recados. Palabrita de Hugo.
EliminarUys que razón mas grande. Me encanta
ResponderEliminarA que sí? Consejos útiles donde los haya.
EliminarComo entiendo a Hugo... ayer por la tarde un niño en la tienda, más pequeño que tú, Hugo, se paso el rato, que les costo a sus padres decidirse por una lámparas (que fue un rato largo), gritando ATHLETIC!!! ATHLETIC!!! ATHLETIC!!! y eso que tengo mesa con pinturas y papeles....un besito
ResponderEliminarPobre niño, compañero. Si su padre fuera inteligente le hubiera dejado el móvil, por lo menos!
Eliminarjajaja perfectamente explicado! a ver si los papis lo ponen en práctica jajaja, yo creo que debía tener la edad de Hugo, fui con mi madre al corte ingles a por el regalo del cumple de papa.... jajajaja acabé tirada en el suelo por no querer andar mas siendo arrastrada por mi madre y hermanas mayores... No acabé en el hospital por dislocadura pero tampoco en la pastelería :( Felicidades Yolanda! Me encanto!
ResponderEliminarJajajaja, me estoy poniendo en situación y tal cual que lo explica Hugo. Espero que no te haya dejado "secuelas"...
EliminarGracias por tus palabras y por pasarte. Nos encanta verte aquí.
Ay que miedo, eso es lo que me espera en nada.
ResponderEliminarPero ahora ya sabes algunos "remedios" y todo será más fácil.
EliminarJajaja, no lo había analizado así pero es una verdad como la vida misma, jajaja. Que penita, yo por eso quería tener niña, que eventualmente se curan y les empieza a gustar ir de compras, pero parece que estoy condenada a hacer los recados y las compras SOLA en una agenda apretadísima entre los momentitos que no hay niños.
ResponderEliminarY no sabes cómo te lo agradecen los niños, Lorena. En caso de tener que llevarlos, ya sabes, chuches abundantes antes del efecto peso muerto.
EliminarUn abrazo
Jajajaja qué suerte tengo de que a mi hija todavía no le haya dado por ahí!
ResponderEliminarY al menor síntoma, dulce a expuertas antes de que ocurra el fenómeno en fase 2.
EliminarEl mio no se tira la suelo pero se quedo parado modo estatua con brazos cruzados. A mi me funcionan, el soborno puro y duro que que venga un desconocido y le diga algo, que corriendo viene para mis brazos. Procuro antes de que se plante con el enfado, involucrarle en los recados como dandole la lista de la compra o 1 euros para que page. Un beso guapa
ResponderEliminarJajaja, tú tienes tu propio remedio y me encanta que te funcione. Lo de involucrarle también me sirve a mí (un rato).
EliminarGracias por pasarte. Un abrazo
jajaja qué real! ir con los niños a cuestas puff, y como se nos ocurra decirles, venga que luego te llevo a X...es lo peor, pero la verdad que hasta yo me canso en depende qué recados! jejeje
ResponderEliminarY que lo digas Angie. Las aglomeraciones y las listas interminables acaban con la paciencia de cualquiera. Pero siendo niño esa paciencia es muy muy limitada.
EliminarJajajaja, bendito internet y sus compras on-line!! Un beso!
ResponderEliminarSí, y que lo digas! No sólo con los niños, sino en momentos de apurtos. En septiembre pasado tuve una fractura en la tibia y no podía ni salir a por pan. Lo compraba todo por internet y me ayudó muchísimo!
EliminarGracias por pasarte Krika. Un abrazo
Ay, ahora lo entiendo todo!!! Gracias Hugo por iluminarme. Tomaré buena nota de tus sabios consejos y de ahora en adelante nadaaaaaa de recados con niño incorporado :)
ResponderEliminarAsí me gusta Susana, que mis consejos sean de aplicación inmediata. La utilidad me la cuentas luego, a ver si tengo que perfilarlos.
EliminarUn abrazo
jajaja recuerdo el efecto peso muerto...(y me sorprende que no se dislocase el brazo), y cuántas tardes así! "estoy cansada, me aburro, nos vamos ya?" eso sí, cuando el recado era algo suyo...cómo cambiaba el cuento!! Los peores en este sentido los hijos de una amiga, yo no quería ir JAMÁS con sus hijos, se portaban TAN TAN MAL que ella misma hacía que no los conocía, lo juroooo
ResponderEliminarVaya que si cambia, cuando les interesa a ellos no hay tiempo en el reloj.
EliminarPero lo de tu amiga, tiene miga, jajajajaja. Me la imagino renegando de sus hijos y no puedo con la risa.
Gracias por pasarte guapa.
Muy buena entrada! Me ha recordado a mi infancia porque YO era un peso muerto! No me gustaba nada ir a hacer recados! Con lo de las compras (como dice Lorena) me he curado!
ResponderEliminarJajaja, menos mal que el tiempo todo lo cura!!
EliminarGracias por pasarte guapa
Ayy Hugo!! Qué razón tienes!!
ResponderEliminarA partir de ahora te haré caso cuando me lleve a mis sobrinos, prometo que seré buena =D
Y si ves que empiezan a arrastrar los brazos y decir las frases típicas, ya sabes ... muffins de chocolate a gogó.
EliminarUn abrazo
Yo ya pase por todo eso. Ahora de mayores ya ni te quieren acompañar y la verdad es que a veces hasta se echa de menos una pataleta jajajjaja. Besos
ResponderEliminarJajaja, pués tomo nota de tu apunte la próxima vez y lo miraré con cariño pensando en que ésto "tamibén pasará".
EliminarUn abrazo y gracias por pasarte.
JAJA, Me he reído un montón .
ResponderEliminarA mí siempre me ha gustado hacer las compras sola , así que busco esos momentos en que no están.
Muchas Gracias por visitarme!!
Te sigo
Gracias a tí Seoane. Me alegro que hayas pasado un buen rato por aquí con estas aventuras.
EliminarUn abrazo
jejejej a Bb le pasa como a ti, no le gusta ir de recados pero a veces hace el esfuerzo de venir y colabora asi que suelo intentar que siempre ella también obtenga una recompensa: si viene a la compra ella puede elegir una cosa (solo una si), la que quiera; si vamos al centro a algo suele obtener alguna pequeña chuche y si hacemos varios intento terminar en el parque u otro sitio donde le guste, porque entiendo perfectamente que sea un rollo. ¡Para mí a menudo también!
ResponderEliminarBs
Muy bien hecho. La negociación y la recompensa funciona muy bien con los niños.
EliminarY si a tí tampoco te gusta mucho, como dice el consejo de Hugo: comprar por internet.
Un abrazo
Jajaja!!! Me encantan los recursos de Hugo! Y cuanta razón tiene.
ResponderEliminarPor suerte, Hugo siempre consigue hacernos reflexionar y ponernos en la piel de los más peques.
Grácias Hugo, poco a poco vamos comprendiendo y entendiendo las cosas desde otro punto de vista!
Gracias guapa!!! No le diré a Hugo que tiene mucha razón, porque sino será imposible ir de recados!! jajaja.
EliminarUn beso y cuídate mucho.
jajajaa me ha encantado tu entrada!!! me he reido un monton :)
ResponderEliminarun besazo enorme!!
Gracias Carol. Nos encanta verte por aquí guapa.
EliminarGracias por pasarte, Carol. Nos encanta verte por aquí animándote la jornada
EliminarTe siento! Jajajaja Me ha pasado tantas veces que siempre me pregunto: ¿por qué me vuelve a pasar? Jaja Un abrazo desde Puerto Rico.
ResponderEliminarGracias por sentirte identificada como madre. Seguro que tu hijo piensa como el mío, así que los bolsillos llenos de dulces antes de llegar a la fase 2 y escuchar el PUM!
EliminarJaja, esto comienza a pasarme con los mellizos! El se aburre como una ostra y comienza a chillar y ella sí se quiere quedar! Si es como la vida misma! Desde chiquitos manifiestan sus emociones! Los niños no quieren saber nada de compras y las niñas se vuelven locas queriendo comprarlo todo! jaja. Por eso opto por ir sola, sino no me alcanzan los brazos con los dos! Besos
ResponderEliminarDesde luego, para que luego digan que los niños no tienen caracter jajajaja.
EliminarUn beso y mil gracias por pasarte y tomarte tu tiempo en comentar. Nos encanta :)
jjaja muy bueno y util saberlo para cuando me toque!
ResponderEliminarTe sigo! Un abrazo!
Gracias por estar ahí. Nos gusta tener gente nueva en el grupo de visitas.
EliminarJajaja.... Me encanta el cuarto y último consejo!!!!! Porque siempre termino de camino a casa balbuceando lo yo misma!!!!!
ResponderEliminarBendita la tecnología, Pilar. Nos quita de unos problemas logísticos bárbaros.
EliminarGracias por pasarte.
Un beso
Me parto contigo!! Ay lo que me espera... si con razón no quiero que crezca, bebe para siempre jiji.
ResponderEliminarBesos guapa!!
Armate de paciencia Cristina porque esta tropa infantil viene pegando fuerte .. pero ya nosotros de vamos explicando por adelantado para que no te coja desprevenida. Un beso guapa.
EliminarAplausos de pieeee!!!! bravooo!!!
ResponderEliminarMe ha encantado! tenía pendiente esta lectura y menos mal que no me la perdí..está buenísimo y no sólo nos hace gracia sino que nos ayudas a entender a los más peques que a veces se nos olvida ponernos en su lugar y el respeto de esas razones son el comienzo del entendimiento y de una buena relación padres-hijos!
Brillante! graciaaas!
Ay Maria Luisa que nos sonrojas, mujer, jajajaja. Pero nos llena de orgullo y satisfacción (ya parezco el rey jubilado) que te pases por aquí. Un abrazo enorme
EliminarSorprendida estoy. Consejo util donde los haya llevarlo a una pasteleria? NO lo comparto.
ResponderEliminarLos niños tienen q aprender a hacer recados con sus padres xq tambien son sus recados. Obviamente no hay q tirarse 3 horas haciendo recados (a mi tb me aburre), pero si x emplear la tecnica del peso muerto le das un pastel, acabaras preguntandole cuando puedes coger tu coche y cuando puede tus amigos venir a casa.
Hola anónimo, agradezco tu comentario pero no quiero que te tomes lo escrito, desde el punto de vista de educador, padre o familiar, en senrio. Se trata tan sólo de ver, de una forma exagerada y divertida un tópico de los niños. Es una manera alegre de reirnos de nosotros mismos, desdramatizando la situación, viendo cómo debe funcionar la mente de un niño de 2 años cuando te lo llevas de compras durante varias horas a un centro comercial (lo cuál no debería ocurrir nunca porque no hay nada más aburrido para un crío).
EliminarUn abrazo y gracias por pasarte. Danos otra oportunidad y verás como nos coges cariño.
Yo hace mucho tiempo q voy a los recados sola solo me acompañan si lo q se va a comprar les interesa sino niña y padre desaparecen. Y yo casi lo agradezco voy mas ligera y acabo antes
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