El gran evento: Reyes

Tengo una tristeza enorme, amigos. Y eso que las vacaciones han ido fenomenal: he viajado, me he reencontrado con amigos lejanos, he compartido risas familiares, he recibido regalos e incluso he salido la mar de "apañao" en las fotos de las celebraciones. Pero la debacle comienza hoy, cuando alguien decidió bajar la banderola y dar por comenzado el segundo trimestre escolar.

Un horror. 

Menos mal que estos últimos tres días he asistido a un entrenamiento de pulcra organización. Y no se trataba de armar mi mochila ni ordenar mi habitación. Hablo de preparación con P mayúscula. Entrenamiento para el gran evento: lo que mi madre llama "simple comida de Reyes con familia y amigos", y lo que mi padre y yo tildamos de "la revolución anual". 

Ven y juzga por tí mismo si no es peor que la dichosa mili de la que habla siempre mi padre.

Día 5 de enero.
La jornada comienza con la visita a las tiendas con una lista de grandes dudas:
-  A tu abuelo le gustaba el cordero o lo odiaba? Por si acaso voy a comprar ternera. 
- Los Reyes se acordarán de todos? Hugo repasa la carta y no te dejes a nadie que luego queda feo. 
- Llegará el cava para la comida? Coge otra botella, por si acaso.
-Hay alguien intolerante a la lactosa? Mejor el roscón sin relleno.
-Y si hay alguien alérgico al marisco? O con gota? Haré unos canapés también, por si acaso.

Llegada la tarde y mientras asisto al Rey Melchor en la cabalgata -ya me llama por mi nombre y me pregunta por mis cosas- sé que mi madre sonríe mientras repasa el menú de mañana y los detalles de los invitados.

Esa noche, mientras la familia duerme, mi madre es incapaz de pegar los ojos. Estoy seguro de que la ansiedad le roba zetas y ronquidos. Despierta toda ella se levanta a hurtadillas aunque sea la noche de reyes (yo la oigo) para lavar, planchar y engalanar la mesa mágica y real correctamente. Si hay una única servilleta amarillenta, buscará con ahínco todo tipo de prendas blancas semejantes hasta que conformen un montón suficiente para llenar una lavadora. Si no lo halla, se colará por armarios y cajones, lavará lo ya limpio, lavará sin descanso, así lavará así así.

Día 6 de enero
Me levanto. Y como cualquier niño los ojos sorprendidos me invitan a despertar de golpe. Al pie del árbol han crecido regalos como raíces. Estoy feliz. Los Reyes se han tomado el tenteempié. Han visitado mi hogar y han dejado numerosas cajas. Hay muchas con mi nombre. Y entonces la veo. Ahí está. De soslayo observo la mesa "real" preparada.

Nuevos propositos para el año nuevo


Mi madre, después de mucho trasnochar, ha colocado un horario con especificaciones exactas junto al nombre de quién debe realizarlas. Tan sólo le falta el silbato y hacernos besar la bandera del escudo familiar –que para algo es la pascua militar-. Pero quién se queja? Yo ni me atrevo.

Llegan los invitados: sonrisa, diplomacia, paseo de platos, felicitaciones a la cocinera, apertura de los regalos, entonación en do menor de los últimos villancicos… y finalmente, cuando los invitados se han ido, la montaña de fuentes, cristalería, vajilla y bandejas inundan la cocina. Pero la jornada ha sido un éxito. 

Día 7 de enero.
Mi madre pone su autómata interior en marcha y, sin mediar palabra, reparte instrucción militar a diestro y siniestro al son de fiiiiiiiiiiiiiiiiiiirmes!

  • Los papeles de los regalos en el cubo azul
  • Los plásticos de los regalos en el cubo malva
  • Los regalos para cambiar en el sillón de la entrada
  • Los demás regalos en su sitio correspondiente según sea ropa, calzado, juguetes, libros 
  • La vajilla y cristalería desfilando a su vitrina en fila de a dos
  • La lavadora en función ON continua
  • El pesebre a su belén, los adornos a su saco y el árbol a su escondite. Un, dos, un, dos.
Es entonces cuando la maligna sombra de la comida sobrante se cuela en nuestro camino de orden y limpieza escoltado de limpiadores de nanopartículas, bayetas de microfibras, aspiradora con pantalla plana, ambientadores con wifi y plancha teledirigida. Porque no se engañen, amigos, el siglo XXI está presente en mi hogar pero en el menú de “las sobras” manda la tradición familiar del siglo pasado: croquetas de pescado, sopa de marisco y arroz con carne.

Que levante la mano quién no tiene en la nevera alimentos abiertos y no terminados de estas fiestas. Pues en mi casa igual. Y ya oyen a mi madre:
- Nuevos propósitos, nuevos propósitos … pero ¿Quién es el insensato que se plantea bajar de peso con el roscón de Reyes en la nevera y la despensa llena de de turrones por acabar?

Así que, amigos, he decidido no tener nuevos propósitos para el año nuevo sino los mismos de siempre: aprobar, mejorar y crecer. Y si fuera posible algo más, me gustaría conseguir el kit completo de Máster Chef: el organizador de eventos -que compra, distribuye y planifica-, el cocinillas - que prepara, sirve y acaba con las sobras- y el set de limpieza -que lava, plancha y ordena-. Y ustedes, ¿tienen nuevos propósitos para el año nuevo?





Comentarios

  1. Aprobar, mejorar y crecer...¿y es que te parece eso poco Hugo? jejeje. Un beso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Krika, nada es mucho tratándose de propósitos ... luego ya veremos cuales han sido alcanzados. Un beso grande y feliz 2015

      Eliminar
  2. uff, yo este año ni tiempo para pensar en propósitos. Estoy como tú Hugo, intentando mentalizarme de la vuelta a la normalidad. Un besote

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que el trimestre promete ser muy duro y condensado. Pero seguro que trae alguna excursión y mucha diversión. Hay que ser optimistas ... vamos cara a la primavera!

      Eliminar
  3. Que preparación has tenido. Yo me di cuenta tarde de que habíamos vuelto a la realidad. Esos propósitos me encantan, a ver cuanto cumples. pero recuerda que ¡Tienes que empeñarte!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vamos a ir con fuerza a por el 2015, Karla!!!! Nos acompañamos mutuamente?

      Eliminar
  4. Ayy Hugo!! Nuevos propósitos por todos los lados, pero...alguien los cumple de verdad?! Yo estoy contigo en que es comlicado comenzar con los nuevos propósitos si tenemos el roscón y los restos de comida en la nevera! Los nuevos propósitos ya hacen que el inicio del año sea complicado....Yo estoy esperando terminarme de una vez las tizas y el resto de chuches que me traje a Lisboa. así que ya ves por donde voy todavía, jejeje

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si quieres te ayudo con las chuches y las tizas ....
      Un beso grande y a por el 2015! Va a ser TOTAL!

      Eliminar
  5. jajaja no se porque me ha recordado a mi niñez lo que dices del dia 7. mi madre era igual!!!! le entraba tal caos de verlo todo del dia anterior que se ponia en plan sargento total...jajajaja
    un besito!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de haberte regresado a antesdeayer Carol ;)
      Y ahora a comernos el 2015!!!

      Eliminar
  6. Jajaja yo me convertí en mi madre durante estos días, que obsesión con la limpieza que me dio!!! Y chts, las sobras de la cena anterior van genial al día siguiente jejeje eso sí la operación bikini si eso para cuando se acaben los turrones. Un besazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando acabemos con los turrones empezaremos con la comida típica de Carnaval y ya estaremos otra vez con lío, jajajaja. Pero sabes qué? Que nos quiten lo bailado.
      Felicidades y enhorabuena por tu nueva maternidad (creo que te felicité en el fbk). Disfruta a tope del 2015 con tu gran familia. Un beso

      Eliminar
  7. JAjaja Hugo. Tu madre debería pasarse unos días por mi casa, que veo que se le da bien la organización postapocalíptica. jeje Feliz vuelta al cole (antes de que te des cuenta llegó el verano, ya verás)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí la quieres te la envío unos días ... al menos así descansaré yo un poco. Aunque la echaré de menos, también.
      Un beso y a por ese verano!!!

      Eliminar
  8. Uuuufffff!!! Toda una odisea la del día de reyes y alrededores!!! jajajaja Pero todo sea por cumplir con las tradiciones que a unos gustan y a otros no, pero que son las que hacen que recordemos con el paso de los años.
    Muy buenos propósitos Hugo, yo estoy todavía que no sé si proponérmelos o no...
    Feliz año nuevo con un poco de retraso!!!
    Un beso,

    Manuela.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Propóntelos Pika y luego vamos viendo en junio los que se van cumpliendo y los que se están olvidando (para retomarlos, claro).
      Un beso y gracias por pasarte por aquí guapa.

      Eliminar
  9. Hugo ,¿Ambientadores con wifi? Jaja , tienes que pasarme alguno.
    Yo he fundado la comisión contra las sobras ...dado el trauma de muchos años de estar comiendo sobras de la Navidad hasta los Reyes magos,por eso, nada más acabarse las clases ,emprendemos un viaje a un lugar recóndito e infinito y no volvemos hasta el víspera de Reyes. No quiero saber de comidonas, ni de cocinar como loca sin parar , hace años que lo hacemos tras el fallecimiento de los abuelos y es una liberación ,la verdad , descansar y viajar .
    Ánimo para este año y que sea muy bueno , tanto o más que el anterior!!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que el mundo de la limpieza de mi madre es 2.0, jajajaja.
      Sí, nosotros también pasamos las navidades fuera, pero justo volvemos el 4 de enero para preparar la comida de Reyes, asistir al desfile (Melchor ya me conoce y no puedo faltarle como pastorcillo), y claro ... las sobras son inherte a cualquier comilona. Ya se sabe!. Pero quizás cuando se pierda la magia le proponga a mi madre volver el día 7 de enero directamente.

      Eliminar
  10. jajaja, como echaba de menos, a Mister H, he vuelto!!!! feliz día de Reyes Guapuras mías, y si tengo la nevera llenita de cosas.... me ha encantado el post lo comparto a la de ya.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares