Piojos, el amigo escolar de los niños



Día laborable.
Ocho y media de la noche. 
Comedor de casa.
Cena en familia. 

Lo más inquietante que puede suceder en una escena como esta es que a mi madre se le queme la cena o que alguien aparezca como visita inesperada. Y, créeme, ambas opciones darían por finalizado un ritual de cena que sólo interesa a los mayores, porque dime tú, si no es más divertido cenar en un Burger o en la habitación jugando con la PSVita.

Pero esa noche, sucedió algo inesperado a partir de cinco palabras que pronuncié alegremente:

- Me pica mucho la cabeza-

En ese momento todo cambió. Un silencio pesado se instaló en el comedor. Los ojos de mis padres se abrieron extremadamente mientras lentamente se entrecruzaban las miradas. Los cubiertos cayeron sobre los platos estrepitosamente disimulando cualquier sonido de convivencia vecinal e incluso intestinal. Mi madre empezó a sudar en frío sin apenas respirar hasta que soltó a bocajarro:

- A ver hijo. Déjame ver –

E inmediatamente empezó a agitar sus manos abalanzándolas sobre mi cabellera, a la búsqueda de cualquier cuerpo extraño escondido en aquella madreselva recién lavada.

- Pero mujer, que estamos cenando ...

- Pues a mí ya se me ha cortado el apetito, mira tú. Y es que como tu hijo tenga piojos …

 

Piojos

Lo que después sucedió durante la próxima hora fue un examen minucioso: calles de pelo abiertas en canal, palmeras de mechones en el bulevar del cuero cabelludo, y unos cuantos pelos extraídos de su aburrida vida ante la más mínima sospecha.

Todo ello acompañado por un monólogo de afirmaciones moldeado con tintes de reproche:

- Claro! Si te lavaras bien la cabeza hijo, no tendríamos ahora que pasar este mal trago.

- Pero si lo hago mamá. Y hasta me pongo mascarilla de esa que pone “exfoliante” en el bote.

- Es que siempre lo mismo. Empieza el colegio, y claro, ahí están las industrias echando los piojos en las aulas para ¡ale! vender sus productos. Luego esos bichos ahí anidando y saltando de cabeza en cabeza como si fueran de concierto.

- La profe nos avisó hace dos semanas de que alguien tenía ¡pero era de la otra clase!

- Dos semanas!!! Imagino que ese niño no iría al colegio durante esos días ...

- Sí que iba mamá, o ¿es que quieres que suspenda? Además ¡no es ningún apestado! Está en mi equipo del recreo.

- Ay qué disgusto! Sólo pensar en lo que se nos viene encima: el tratamiento que deberemos pasar todos, retirar y lavar toda la ropa de camas y baño, aspirar bien las tapicerías y alfombras, avisar al colegio … Mira, creo que me están dando baído. Mírale tú, que me está picando todo.

Mi padre, tranquilo, con la cena acabada me sentó en su regazo e inició la inspección pausada y minuciosa con sus manos y sus ojos. Al finalizar exclamó:

- No hay piojos. Falsa alarma.


Todos suspiramos. Pero la respiración calmada nos duró dos telediarios, porque al día siguiente mi madre nos hizo sufrir un lavado exterminador con la loción protectora que en la farmacia le aconsejaron usar. Por supuesto ahora todo el mundo sospecha de mí como infestado, pero bueno, sé que podré con el estigma hasta que otro niño caiga en esta “gracia” y yo pueda recuperar el anonimato.
 


Comentarios

  1. Jajaja!! Pues al final hubo suerte y fue falsa alarma!! Para prevenirlos us aceite de árbol de té. Y pasar el peine de vez como mínimo 1 vez a la semana por si acaso y más cuando llegan las notitas del cole, que suele ser con mucha frecuencia :-( Y es que solo de pensar en ellos ya me pica todo. Y este verano mi hija volvió de colonias con ellos porqué se me olvidó echar unas gotas de aceite de árbol de te en el champú!!! Cada año se lo echo y nunca nada. Un año se me olvida...Buf Besos

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    1. Pués te confesaré que yo uso el aceite de árbol de té para mí, pero para repeler a los mosquitos!
      Y también lo pongo en el gel.
      A partir de ahora también en el champú, para prevenir. ¡Ains estos bichitos tan malos que nos rompen "la cabeza"! jajajaa. Un abrazo

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  2. Ay Hugo, cómo te entiendo. Yo cuando era pequeña tuve piojos un montón de veces ya que tengo 3 hermanas y cuando ellas los cogían, yo los volvía a coger y mis padres montaban en cólera cada vez que pronunciábamos la frase "me pica la cabeza". Menos mal que fue una falsa alarma. Besos a los 3!

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    1. Sí, mi madre también los tuvo una vez, y me cuenta que entonces no sólo era engorroso sino que además te cortaban el pelo pensando que eso mejoraba la desinfección. Ya ves! Menos mal que ahora es menos drástico, sobretodo para las/los melenudos, jeje.

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  3. Pues imagínate en otros países que está mal visto que se diga que los niños tienen piojos. En Inglaterra, en el cole de mis sobrinas, nadie avisa ni hay circulares del colegio ni nada. Es más, se quedan alucinados cuando les dices que aquí la normativa es que el niño no vaya a clases hasta que el problema esté erradicado. Así pasa, no hay forma de liberarse de ellos ni a gorrazos. Un besote a los dos.

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    1. Ups, el estigma del que habla Hugo ... Qué fuerte! Al final los niños, los padres, los profesores ... todos infestados y una fiesta para los parásitos.
      Gracias por pasarte y tomarte tu tiempo en comentar. Un abrazo.

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    2. Verónica, aquí no hay ninguna normativa que prohíba asistir a clase, de hecho los pediatras dicen que los niños con piojos no deben ser aislados porque es ineficaz y estigmatizante.

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  4. Ay Yolanda... ¿Por dónde empiezo? jajaja

    El tratamiento no lo debéis de realizar todos, solo aquel que tenga piojos.

    Los piojos ni vuelan ni saltan, corren de un pelo a otro. Los niños juntan las cabezas cuando ven algo en el móvil, por ej. y el piojo corre de un cabello a otro, o cuando se intercambian las gorras, buefandas etc que esté en contacto con el pelo.

    Si quieres, escribí el año pasado un post sobre este asunto... Por cierto, ya me pica la cabeza jajaja

    http://www.consejosdefarmacia.com/2014/08/piojos-tratamiento-y-prevencion.html

    Un beso!

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    1. Gracias Mariví por completar este artículo con tu profesionalidad. Todo enriqueces así que enseguida comparto con el link a tu artículo.
      Un abrazo

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  5. Jajajaja, por lo menos al final todo se ha quedado una falsa alarma, yo recuerdo tener de pequeña y cómo picaban los jodios, jeje. Un beso!

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    1. Es que es difícil no haberlos pasado, al menos, una vez. Quizás después de la primera ya te quedas inmunizado ... jajajaja.
      Un abrazo grande.

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  6. Jajajaja, por lo menos al final todo se ha quedado una falsa alarma, yo recuerdo tener de pequeña y cómo picaban los jodios, jeje. Un beso!

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  7. Ay, qué me pica la cabeza sólo de leer tu post, que soy muy aprensiva para este tema jajaja Menos mal que fue una falsa alarma. Besos!

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    1. No me extraña nada. Pero si algún día te encuentras con esta tesitura, piensa en positivo, quizás sea también una falsa alarma.
      Un beso grande.

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  8. Yo esa etapa la recuerdo muuuuy mal pero con cariño, mi madre era una obsesionada de este tema, pero lo mejor es que lo que le gustaba era buscarlos y matarlos, el día que salía con el peine en la mano ya podía correr a esconderme por que ese día me sentaba en el suelo delante de ella y ale una hora buscando y buscando, esto lo pasamos mis hermanos y mis sobrinos, creo que todos salíamos corriendo al verla..jajaja
    Ahora es mas fácil quitarlos con los productos "milagrosos" que existen, antes era a base de vinagre y peine, esa bolsa de plástico en la cabeza con un litro de vinagre por todo el pelo..jajaja en fin época de colegio época de piojos... Mejor que fuese una falsa alarma. Un abrazo!!

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    1. Jajaja, tu madre tiene orígenes ancentrales muy latentes, porque yo ese día me tenía por una simia mirando a sus monos entre pelos, y digamos que la estampa era bastande dealentadora :(

      Gracias por pasarte y espero que tus pequeños no sufran estos pormenores. Un abrazo grande.

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  9. Jajajajaj, yo tengo piojobobia. Casualmente hoy en mi post hablo de piojos, en mi casa sí que hubo, y cuando no tocaba,jajaja. Besito y menos mal que fue una falsa alarma.

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    1. Pero ya sabes que cuando veas las barbas de tu vecino cortar pon las tuyas a remojar, jajajaja. Así que en casa tenemos ya de casi todo para evitarlos.
      Un beso grande y luego me paso a ver tu entrada de piojofobia, jajaja.

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  10. Ayyyyy que solo de leerlo ya me está picandooooo.....
    Nosotros tuvimos "visita" hace tres semanas sin comerlo ni beberlo. Todavía no sé de dónde salieron, pero en casa que se presentaron y mira, ¡¡que no se querían ir los señores!! Así que hemos estado liados grandes y pequeños hasta que hace algo más de una semana por fin nos despedimos y ahora que comienza el cole, no he guardado mucho el bote de la farmacia por lo que pueda pasar...
    Un besooo!

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    1. Madre mía, y sin empezar el colegio ... qué avanzados son estos bichitos ya.
      Me alegro que esteis todos repuestos y, yo también, por si acaso, dejaría el bote bien mano.
      Un beso grandote Manuela

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  11. A estos bichos no les hace falta reloj despertador ,ellos están puntuales al más puro estilo suizo. ¿Tú no estás muy grande ya para los piojos?,jaja porque a los míos les pillaron siendo pequeños en 1 ro y 2 do de primaria pero ya nunca más, o será que el matasano que utilicé era peor que la bomba atómica... En la cabeza de mi hijo mayor eran 4 ,pero qué 4 , parecía elefantes ,yo veía como me decían adiós y todo.

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  12. ¡¡PANICO LES TENGO!! pero sí, los sueltan en las clases, porque no lo entiendo :((

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