8 hábitos infantiles que te harán más feliz
Estás en medio de la cola del supermercado cuando algo te llama la atención. Un niño, de no más de dos años, se agarra rápidamente a tus piernas mientras huye alegre y risueño de alguien. Tienes que reír. Rápidamente su alegría se traslada a tu estado de ánimo y sales del supermercado con una confortable sensación de bienestar. ¿Sabes porqué?
Mi madre insiste diciendo que hubo un tiempo en que ella también fue una niña, pero yo no me lo creo. Desde que la conozco siempre ha sido así, una señora.
Los adultos tenéis muchas cosas buenas, hay que reconocerlo, incluso cosas que envidio como la independencia del dinero, el decidir qué hacemos hoy, el conducir.... Sin embargo, convertirse en adulto hace que te olvides de ciertas acciones infantiles cargadas de diversión. Ser mayor acarrea un montón de responsabilidades que no siempre te hacen feliz: tener un jefe, pagar facturas, ...
Aún así, estoy seguro de que hay ciertos hábitos infantiles que pueden ayudarte a ser un poco más feliz en tu día a día.
¿Te atreves a repasarlos conmigo?
1. Los niños no decimos sí cuando queremos decir no.
Este mal hábito adulto es un asesino de la alegría. Si no quieres ver esa película o asistir a esa presentación, no lo hagas. Si no quieres cocinar hoy, salir por la noche o quedar con esos amigos, no lo hagas. Es muy fácil sentirse mejor, aprendiendo simplemente a decir no (excepto que sea tu jefe, por supuesto).
2. Los niños no buscamos consejo sobre nuestras acciones.
Preguntar a los demás sobre lo que piensan acerca de tus decisiones sobre el trabajo o cualquier otra circunstancia de la vida sólo puede conducir a la infelicidad. Esta manera de actuar no la necesitas. Tienes las respuestas para tu propia vida, y si te sientes perdido es porque no estás escuchando esa voz interior. Pide consejo interno y ayuda externa y serás una persona más feliz.
3. Los niños somos agradecidos y damos cumplidos constantemente.
"¡Qué mochila tan chula!", "me gusta tu bolígrafo, es nuevo?", "qué galletas tan ricas tienes hoy para merendar"
Cuando los niños vemos algo llamativo y bonito rápidamente decimos lo que pensamos. Se trata de dar un cumplido y reconozco que siempre me ha traído cosas buenas. Hacen sentir bien a quién lo recibe y entonces la magia se produce haciendo que el agradecimiento regrese envuelto de generosidad: "quieres escribir con él un rato?" "quieres una galleta?".
Venga, no seas egoísta y si admiras a alguien, su estilo, su sonrisa ... regálale un cumplido (pero sé más delicado que Trump).
4. Los niños no tenemos rencor, damos siempre una segunda oportunidad.
El resentimiento hiere a la persona que se resiente más de lo que hace el receptor de su resentimiento. Si eres de los que te aferras a los sentimientos negativos acerca de alguien, esos sentimientos sólo pueden hacer que te sientas mal. En cambio si perdonas y das una segunda oportunidad, seguramente recibas serenidad en tu interior y estés más dispuesto para ser feliz. (Te animará escuchar la canción "Suéltalo" de Frozen).
5. Los niños practicamos actos de bondad sin compromiso.
Vemos un bebé llorando en la tele y nos levantamos para ofrecerles nuestro chupete. Salimos al parque pensando en compartir juego con otros niños. ¿Qué tal si mañana -mientras nadie te ve-, le dejas una barra de chocolate en el escritorio de tu compañero de trabajo? O quizás puedas invitar a un café a tu peluquero? Aunque sea una pequeña acción la recompensa será enorme a largo plazo. (Si no se te ocurre aquí tienes mi dirección).
6. Los niños no decimos que pensamos en hacer algo, simplemente lo hacemos.
Deja de decir que quieres ser un escritor, o un músico, o un pintor, y simplemente hazlo. Sé lo que te propongas haciendo pequeñas acciones hacia ese camino. Si quieres escribir un libro, qué tal empezar por recibir clases para ello, escribir el primer capítulo en un tiempo determinado y planificar las acciones que te conduzcan a este fin? (yo ya he montado dos empresas, a qué esperas?)
7. Los niños somos felices aunque estemos enfermos.
Los niños sabemos que estar enfermos físicamente no condiciona nuestra salud emocional. Así que, no es difícil vernos sonreír mientras tenemos las anginas del tamaño de un huevo (aunque a veces sea fruto de las altas fiebres).
Si estás enferma no olvides que la mejor cura es el estado de ánimo. Si tu salud mental y emocional están a favor de una sanación rápida, no hay dolor que dure mucho tiempo y estarás haciéndole la vida más fácil a tu cuidador.
Recuerda que autocuidarse es imprescindible para poder cuidar de los demás.
8. A los niños no nos preocupa gustar a los demás.
Los adultos, en una gran mayoría, estáis preocupados por las opiniones de los demás, y eso acarrea con una carga emocional muy grande. Debes saber que las personas más felices se preocupan menos de las opiniones de terceras personas. Haz como cualquier niño, ocúpate únicamente de ser auténtico!.
Consejo para padres: Deja que tu niño interior te guíe y, si tienes alguna duda, copia de tu hijo.
Brillante como siempre, Hugo! Eso si, me ha matado lo de que no te crees que tu madre haya sido niña, tu siempre la has conocido señora :) jajaja que risa porfavor!
ResponderEliminarUn abrazo enorme!
Sí, sí, tú ríete ... pero a mí no me hace tanta gracia. Saber que vas por la calle y te llaman de usted y que tu hijo diga que eres una señora ... Lo peor es que no tiene remedio y la cosa va a peor, eso sí que da la risa!
EliminarUn besazo y feliz semana!
Tienes toda la razón del mundo!!!!! Somos poco naturales y auténticos!!!!! te haré caso. No cambies nunca, ni con la edad!!!!!
ResponderEliminarSe intentará, pero dice mi madre que la adolescencia hace hervir las hormonas y no vuelves a ser el de antes ... pero qué sabrá ella, si es una señora!
EliminarUn abrazo.
Hola mis queridos Yolanda y Hugo!
ResponderEliminarTanto tiempo sin pasar a saludarlos! Aprovecho ahora que el chiquitín se ha dormido y tengo unos minutitos para sentarme frente a la copu. Cada vez estoy más convencida que uno nace teniendo las cosas tan claras... cómo relacionarse con los demás, lo que está bien y lo que está mal, lo que es de verdad importante para crecer y ser feliz.... puf! No se qué nos pasa por el camino! Casualmente el otro día encontré un diario que escribí cuando tenía 9 años y al "releerme" quedé de piedra! Cómo se pueden olvidar tantas cosas? Por suerte Emilia ya empezó a hacerme un montón de planteos que me hacen repensar muchas cosas. Ni hablar de lo bien que viene tener siempre a mano la perspectiva de Hugo! Gracias Yolanda por acercárnosla y hacer día a día, entrada a entrada uno de los blogs de maternidad más esclarecedores.
Un abrazo!
Con tus palabras Mariela me haces sentir una añoranza terrible de esos diarios que todas las niñas escribíamos ... qué tiempos! Qué pensamientos y qué preocupaciones antaño!
EliminarMe alegro mucho de volver a verte por aquí y que nos visites para compartir aventuras.
Un abrazo.
Hola!!!!
ResponderEliminarMe encanta, tienes toda la razón, especialmente lo de ser felices aunque estén enfermos, los niños encuentran la felicidad en la mayoría de situaciones. Me pasa como a Mariela, cuando releo mis diarios con 8, 9 o 10 años me sorprendo al ver lo fácil y sencillo que era todo.
Besos y un post genial, de verdad.
Gracias Marigem. Es cierto que si nos paramos a ver cómo hacen nuestros hijos para ser felices, nos dan una lección a los adultos dejándonos abrumados. Y si hacemos lo de echar la vista atrás con los diarios ... entonces es cuando nos debemos preguntar "pero, cuándo me he ido "perdiendo"?".
EliminarLa ocho nos la deberíamos aplicar todos.
ResponderEliminarMuy bueno.
NO ando mucho por aquí de momento. Espero volver algún día a la normalidad.
Besos a los dos!
Sí. Ser auténtico es algo extraordinario pero que abunda poco entre los adultos, lamentablemente, la gente está muy pendiente de las opiniones de los demás. Peeeeeero soy optimista y cuantos más años tienes menos te importa el resto de la gente.
EliminarTú vuelve "a la normalidad" cuando quieras Celia. Cuando realmente te apetezca. Siempre serás bienvenida en ésta, en tu casa :)
Totalmente! Tenemos mucho que aprender de los peques, yo siempre he sido como decís y me decían que era muy infantil pero era más feliz o era todo más llevadero. Igualmente mantengo cosas, y más por ser madre. Es una pena perder ese espíritu infantil porque disfrutamos más y sufrimos menos :)
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, es así. Yo te confieso que peco de confiada (mi marido me lo dice) pero es que no puedo ir pensando si esa persona o esa otra quiere hacerme algo inapropiado. Creo que soy más feliz confiando y siendo auténtica, porque es mi forma de ser. Si alguien me hiciera daño pués nada, mala suerte. A otra cosa mariposa. Pero aún así, siempre doy una segunda oportunidad. Porqué no?
EliminarComo siempre eres genial con tus ideas tan divertidas y a la vez tan reales, los adultos necesitamos saltar charcos, correr, reír, disfrutar de la vida puesto que pasa a gran velocidad, ser libres, pensar y actuar como necesitemos hacerlo en cada momento. Un abrazo para los dos.
ResponderEliminarEfectivamente, menos pensamiento adulto sobre si es tarde, si llevas ropa nueva, si te vas a ensuciar, si subes de peso o si otra persona puede sentirse mal por verte a tí feliz. Vamos a ser auténticos y dejar que salga el niño que llevamos dentro!
EliminarGenial entrada como siempre y muy cierta. Nosotros nos complicamos la vida sin motivo alguno.
ResponderEliminarA ver si aprendemos...
Besos!!
Hábitos a tener en cuenta para recuperar al niño que todos llevamos dentro.
EliminarUn abrazo!
Genial!! Me ha encantado la verdad es que tendríamos a veces que recuperar a ese niño que llevamos todos dentro y el mundo funcionaría mejor!! Besos
ResponderEliminarDesde luego que sí, empezando por el 8 y hacia arriba. Tan sólo con aplicarnos uno cada día ya avanzaríamos mucho en cuanto a felicidad y calidad de vida. No te parece?
EliminarUn abrazo grande!
De toda la vida los padres deben tomar ejemplo de sus hijos.
ResponderEliminarPero cuántas veces lo hacemos? Menos de lo que debemos.
EliminarUn abrazo!
Si me agarro yo a esas piernas habrá follón y mira que sigo siendo un niño travieso...
ResponderEliminarFollón divertido. Pruébalo y veremos qué pasa!
EliminarEs curioso todo lo que podemos aprender de nuestros hijos. A mi mi madre se preocupo de enseñarme que lo "Opinan los demás es lo que cuenta", y una gran cantidad de inseguridades que aun a día de hoy trabajo para solucionarlo. Mi mayor preocupación es que #Gusanito no pierda su encanto ni su inocencia. Gracias por tu post, siempre me haces sonreír jeje.
ResponderEliminarPués qué mal consejo cariño! Yo confieso que peco de confiada y algún disgusto me he llevado,pero mira, no puedo cambiar. Prefiero seguir siéndolo y llevándome alguna sorpresa que vivir desconfiando continuamente. Y desde que he visto la película TROLLS con Hugo, te digo que estoy hasta feliz de ser como soy, jajaja.
EliminarPor cierto, te la recomiendo para ver con #Gusanito.
Un abrazo y gracias por estar ahí.
Genial post!! Me ha encantado. Estoy totalmente de acurdo contigo. Con estos sencillos consejos seguro que nos va mucho mejor a todos. Yo hace algún tiempo hago un trabajo interno para intentar seguir algunos de los que nombras, y me va muuuuuuucho mejor... Así que a seguir trabajando en ello.
ResponderEliminarBesitos!
Sí, gracias por compartir Sonia.
EliminarY cuánto me alegro que esté funcionando esa "revolución" interna. Si es que los adultos nos complicamos mucho sin necesidad alguna, verdad?
Un abrazo!
Que tremendamente difícil se me hace ser niña.... Y cuántas compensaciones podría traerme, a juzgar por tu precioso post. Vale la pena intentarlo, aunque sea tarea monumental. Yo cuando sea grande quiero ser niño! Un beso!
ResponderEliminarVamos a intentarlo juntas, te parece? Yo voy a intentarlo con el 5. Por cuál te inclinas tú Imma?
EliminarPues el 5 a mi también me parece perfecto!
EliminarAllá vamos entonces!
EliminarA la atención de la Señora Yolanda y Hugo :P Cuánta razón tenéis y qué difícil es aplicarse todo esto, ¡con lo fácil que debería ser si nos dejáramos llevar un poco más por nuestro niño interior! Por cierto, ahora me has pegado el "Let it goooooooo, let it goooooooo" para todo el fin de semana jaja Un besote para los dos!
ResponderEliminarHas visto qué amenizado has tenido el fin de semana gracias a nosotros? Jajaja.
EliminarUn abrazo y a practicarlo durante toda la semana!
Que buen articulo Yolanda, y mira cuanta razón tiene Hugo. Si todos pudiéramos ser mas como niños seriamos mas felices y mas saludables, reiríamos mas, soñaríamos mas, y nos preocuparíamos menos. Gracias por recordarnos que no es difícil ser feliz! :)
ResponderEliminarNo lo es, pero de vez en cuando hay que recordar y reflexionar sobre ello. Yo la primera, jajaja.
EliminarUn besazo!
Pues hoy te tengo que dar totalmente la razón, Hugo y mira que me resisto a veces a darte la razón, pero estoy de acuerdo contigo al 100%, menos en lo de tu madre, que no siempre ha sido así de "señora", pero ya te lo habrá dicho ella mil veces. Voy a poner en práctica tus consejos. Un abrazo.
ResponderEliminarEn unos meses haremos un repaso a ver cuántos adultos habeis practicado alguno de estos consejos de manera contínua. Te apuntas?
EliminarHugo me apunto el último consejo que nos das. Estoy segura de que me va a venir muy bien. Un beso y feliz fin de semana.
ResponderEliminarGracias a tí por considerar aplicarlo a tu día a día. Ya nos contarás cómo te ha ido, si has podido aplicarlo y cómo lo has conseguido.
EliminarUn abrazo!
Me quedé sin palabras. Nos acabas de dar una señora lección a todos, Hugo.
ResponderEliminarGracias y mil gracias porque me ha servido de mucho leerte hoy.
Un besoteeeee!
Voy a compartirlo ahora mismo!
Gracias Manuela. Estoy seguro que todo será más fácil y menos serio con estos consejos. Un abrazo!
EliminarQue genial!! Me ha encantado. Y tienes toda la razón, yo creo que si conseguimos que nuestro niño interior se mantenga vivo estaríamos mas felices. Yo, por mi parte, voy a intentarlo y seguir esos 8 hábitos.
ResponderEliminarLe decía a Raquel que en unos meses repasaremos a ver qué tal ha ido la puesta en práctica. Te apuntas?
EliminarHugo y Yolanda, brutal este post. Me ha encantado, y lo de "suéltalo" de Frozen, ja, ja, todas las niñas de la clase de Pol la cantan como posesas ¡Hasta yo me la sé! y oye, si la cantas a pulmón abierto girando sobre tus pies en el comedor, sientes un bienestar instantáneo que no sabes de donde ha salido. Ja, ja.
ResponderEliminarUn Beso a los dos.
Sí, es que el "suéltalo" además de pegadizo es una bocanada de aire fresco para los pulmones. Una terapia a practicar cuando el jefe tiene un día ... "inquieto", jajaja.
EliminarUn besazo para tí y para Pol.
Pues me ha encantadado!! a ver si dejo que mi niña interior me guie jeje
ResponderEliminarQue bonito sería el munfo si copiasemos más cosas de los niños!
ResponderEliminar