Normas básicas de comportamiento para ir al parque
Tu hijo quiere ir a jugar al parque y tú tiemblas de sólo pensarlo por todo lo que supone: llevar el kit de balón-juguetes-bici, la merienda, vigilarlo sin despistarlo, hablar con otros padres ... y recogerlo con la ropa tan sucia que no sabrás si meter a tu hijo directamente en la lavadora.
Pero tu pequeño también tiembla ¿sabes por qué? por tu comportamiento. Sigue leyendo y aprende cuáles son sus motivos.
Los niños pensamos primero en nosotros y luego en los demás. Los adultos no sois diferentes.
Cuando le digo a mi madre que quiero ir al parque, lo primero que suelta es un bufido de aire que agrupa pensamientos de "no tengo tiempo" + "la de cosas que tengo que hacer" + "con lo poco que me gusta a mí el parque".
La segunda fase consiste en llenarse de pensamientos de autoconvencimiento personal :
. "Le viene bien interactuar con otros niños"
. "Le ayuda a su trabajo motor, intelectual ...."
. "Estar en la calle nos viene bien a todos"
Por el camino -no más de cinco minutos-, le da tiempo a olvidarse de lo anterior, y bajo la premisa del arrepentimiento su discurso pasa a la tercera fase:
. "Cuidado con subirse a los árboles, que no estoy yo para peligros".
. "Como le des a alguien con el balón, lo recojo y derechito para casa".
. "Si no meriendas, nos volvemos ..."
Pero ahora quiero hablar yo, como hijo, y decirte que los niños también tenemos unas normas básicas para que los padres nos llevéis al parque.
¿Quieres conocerlas?
1. Los juguetes se ceden en préstamo para todos los niños del parque con mi permiso. ¿O acaso voy prestando yo tu coche a todos los vecinos?
2. Los enfados entre niños se quedan entre niños. No pretendas meterte en nuestros frentes, mami. Luego no quiero oir lamentaciones de que por mi culpa ya no eres amiga de las mamás de mis amigos.
3. Si estoy peleándome con otro niño cada madre riñe a su hijo. Nunca se le riñe un niño que no es el tuyo, aunque tengas muchas ganas.
4. Es conveniente bajar al parque chocolate y golosinas para compartir, en cantidades suficientes. En caso contario asegúrate de llevar dinero suelto.
5. No se puede hablar a espaldas de los niños, ni con otras mamás ni con la tutora que casualmente pasaba por allí.
6. Prohibido realizar comparaciones entre los niños, ni de cuándo empezamos a andar, tuvimos el primer diente o dejamos el pañal. ¿Qué es eso de airear intimidades en lugares públicos?
7. Se premia compartir meriendas y beber a morro de la fuente pública.
8. No se toleran a los mayores proponer normas en nuestros juegos, ya nos encargamos los niños de improvisarlas.
9. Imposible regresar a casa antes de haber visitado todos los rincones de diversión. Y no me vengas con la excusa de la hora o de la luz, que ya están muy gastadas.
10. Es aconsejable llevar calzado de cambio, para evitar que luego pongas esa mala cara.
Consejo para padres: Deja que tu hijo disfrute del juego en el parque a su aire, te premiará con una noche tranquila mientras su cuerpo y su mente organizan todos sus aprendizajes.
Pues parece que no lo estoy haciendo tan mal Hugo! Espero que #Gusanito piense igual que tu cuando sea un poco más mayor. jajaja.
ResponderEliminarComo madre de un niño que en pocos meses cumplirá tres años, cuando bajo al parque me siento un poco madre helicóptero, no me atrevo a no tenerlo cerca, a no verle ni un segundo, aun me da miedo que escale y se suba a las cosas de mayores (que le encanta y ya se ha caído con susto gordo en urgencias alguna vez por el "déjale que aprenda") Pero es que resulta que no me apetece dejarle. No soporto esas madres que se sientan en los bancos a chismorrear de vecinos y niños que no andan cerca, sin hacer caso alguno a sus hijos, aunque estos estén incordiando incluso alguno pegando a los mas pequeños.
Nunca me he visto en la situación de tener que regañar a un niño que no es el mío, tenemos la suerte de vivir en un barrio con muchos parques, por lo que si veo algún comportamiento de niños, o ambiente que no me gusta, recogemos bártulos y nos vamos a otro. Sin embargo cuando son tan pequeños si te ves en la obligación de intervenir alguna vez. Si #Gusanito no quiere dejar un juguete pero aun así se lo quitan (porque son mayores y sienten que pueden) "Lo siento corazón, pero hoy no quiere dejártelo, aun es pequeño y está aprendiendo a compartir, seguro que mañana te lo deja". No entiendo a esos padres que nunca bajan juguetes al parque porque "Ya se los dejará algún niño allí", que alguna vez puede olvidarse, o no poder llevarlos, pero ¿siempre?
Estoy de acuerdo, con que los niños marquen las normas de los juegos, pero siempre con una pequeña coherencia, en un parque en el que juegan niños de muchas edades, también tiene que haber un poquito de educación por parte de los padres, igual que yo "enseño" a #Gusanito a bajar del columpio cuando ya lleva un rato y hay otros niños que quieren montar, no entiendo los padres que ven como sus hijos empujan, balancean a los pequeños del tobogán para que se bajen porque quieren montarse ellos, y no les dicen nada. Luego se hacen daño y claro "son cosas de niños" mas de una vez me he quedado con ganas de darle un buen puñetazo a un padre "Gilipollas" con perdón. Pero como no es la educación que pretendo darle a mi hijo, lo que hemos hecho a sido irnos a jugar a otro lado. Pero si las miradas mataran, más de uno habría caído fulminado al suelo.
Pero es que estoy cansada de que el parque parezca una jungla sin ley donde solo sobreviven los más fuertes o matones, hace un par de días sin ir más lejos, solo tres niños en el parque dos niños de unos siete y seis años más o menos y #Gusanito, que tiene algo más de dos y medio, #Gusanito se monta en un cacharro que está vacío, y llega el niño mayor y empieza a zarandearlo de forma bastante brusca, hasta el punto que esté se cae y llora, lo recojo de suelo y le digo vamos a montar en este otro que está vació, no muy convencido pero nos vamos a otro que está a la otra punta, y vuelve el matón de turno, esta vez con ayuda de su hermana a hacer lo mismo, mientras el madre con el móvil pasa de ellos, esta vez me pongo en medio y no tocan el cacharro pero empiezan "uhhh soy un fantasma y esta noche te voy a comer". Gusanito que ha empezado la etapa de miedos, empezó a llorar y ahí ante la impasividad del padre ya no pude contenerme y le solté "veremos a ver si no te come a ti pero de una ostia" Y me llevé a Gusanito llorando a casa.
Se que no debería haberme metido, pero también creo que ese padre debería hacer un poco más de caso a sus hijos en vez de estar jugando con su móvil. El problema es que no quiero que Gusanito sea así cuando crezca, pero por desgracia es lo que ve en los niños mayores cada día. y eso no es culpa de los niños sino de los padres. A mi parecer, para poder daros libertad cuando crecéis, hay que cuidaros y enseñaros primero de pequeños. Pero supongo que esa es solo mi opinión, al menos en mi barrio. Un abrazo.
El tema de pegar, también lo hemos vivido en primera persona. A la vista de que el padre-madre no le corregía el acto de pegar, hemos optado por levantarnos e irnos.
EliminarYo no estoy de acuerdo en increparle al otro niño ni tampoco al padre-madre, porque cada uno es responsable de su estilo de educación. Pero sí soy dueña de mi estilo de educación y si no me gusta, lo tengo tan fácil como la retirada.
Los niños se dan cuenta, y por eso, pronto aprenden con quién es "peligroso" jugar. Aunque todo el mundo merece una segunda oportunidad, no crees?
Un abrazo grande y gracias por comentarnos tu experiencia.
Puf! La convivencia en los parques es muy dura, me da miedo cada vez que vamos... ¿con quien nos encontraremos? Gracias por las normas para los papis las tendré presente. La que intento cumplir más es "Prohibido realizar comparaciones entre los niños, ni de cuándo empezamos a andar, tuvimos el primer diente o dejamos el pañal. ¿Qué es eso de airear intimidades en lugares públicos?" no me gusta quitarle a mi nene "su intimidad".
ResponderEliminarMuy bien hecho. Se nota que tienes buena sintonía con tu peque y es que sino cuando crezca es posible que empiece a compartir tus "secretos" con terceras personas, para ver qué se siente, jajaja.
EliminarUn abrazo
Ja, ja, pues justo esto lo tendría que leer más de uno. El otro día cogí un cabreo yo sola y me callé para no tener un conflicto. Pol y un amigo jugaban al pilla pilla y corrían escaleras abajo y escaleras arriba y el padre del otro niño los increpó a los dos y les dijo que no se podía correr por las escaleras por que se caerían y se harían daño. Pol se quedó petrificado, pobre. Yo pensé y logre decirlo para mis adentros: ¡Díselo a tu hijo pero no al mío! Toma ya, ni corto ni perezoso, educando a mi hijo por mi. Así que sigilosamente me acerqué a Pol y le dije: Cariño mama si te deja correr por las escaleras y le salió una sonrisa enorme
ResponderEliminar¿Qué te parece Hugo?
Jua jua jua, creo que ese "amiguito" de Pol no va a jugar más con él. Y no por el niño, eh, sino por el padre! Qué te apuestas?
EliminarEs verdad, tienes razón yo nunca he sido mucho de parques y cuando mis hijos me lo pedían soltaba también mil escusas...En los parques hay muchos niños y padres diferentes y se debería crear cierto clima de convivencia por lo que esas normas para los padres me parecen estupendas, sinceramente muy acertadas!! Besos
ResponderEliminarGracias, es cierto. Nunca viene mal un decálogo con las normas básicas para cualquier lugar y momento, y en el parque, por supuesto. Espero que llegue a muchos padres y seamos todos un poquito más consecuentes.
EliminarUn abrazo y gracias por pasar.
Jajaja, es que el parque es un ecosistema propio al que los mayores no deberíamos entrar.
ResponderEliminarLo de las comparaciones es increíble, qué más da que un niño empiece andar con 10 meses o con trece, si con tres van a jugar juntos al pilla pilla y nadie recordará semejante dato, jejeje.
Besos y he molado leer esto, qué recuerdos.
Un ecosistema propio, muy bueno!!!! Pués sí, lo de las comparaciones y lo de meternos los adultos en peleas de niños donde luego ellos "se arreglan" enseguida y tú te quedas con el mal cuerpo ... nunca más!.
EliminarUn abrazo.
Nosotros pasamos por eso, normalmente no hay nada pero a veces hay algun niño que hace el churro o insulta, alguna vez les han pegado o empujado, pero no decimos nads como comentas. Si vienen s decírnoslo como mucho les decimos que se vayan a jugar a otro sitio. Como los míos son tres se ayudan y apoyan entre sí y juegan juntos adí que si no encuentran alguien para jugar porque hay pocos pues se tienen a ellos tres. Que también tengo que decir que cusndo yo era peque jugábamos todos con todos y hoy en día veo padres muy ariscos con que sus hijos se relacionen con niños que no conocen. Me parece horrible eso!
ResponderEliminarUn abrazo
Eso es lo que a nosotros nos funciona también, ignorar y cambiar de zona de juego-niños en caso de conflicto.
EliminarEn la zona donde yo vivo, se fomenta todo intercambio de juego: grandes con pequeños, juguetes ... pero sí es cierto que en las ciudades más grandes se protege más y se vigila con recelo a los otros niños desconocidos.
jaja... que bueno!! Nosotros la etapa del parque ya la hemos pasado, pero ahora es plaza con amigas, pero no puedo evitar el cuidado con esto y cuidado con aquello. Yo creo que al ser padres, no se descansa nunca y cada etapa tiene su "cuidado con..."
ResponderEliminarEn cuanto a que los padres nos metemos a veces en temas de niños, Hugo tiene toda la razón!!!
Besos para los dos
Sí, nunca se deja de estar preocupado verdad?
EliminarYo siempre digo que cuando son pequeños el cansancio es físico y al ir creciendo el agotamiento se va volviendo más mental. Y los padres deberíamos ir aceptando que hay cosas en las que es mejor no meterse.
Muack!
Consejo para padres sobreprotectores:
ResponderEliminarDeja que el niño espabile solo o cuando sea mayor será de carne de psiquiatra.
Jua jua jua. Totalmente de acuerdo.
EliminarAy, el parque, qué tema... Estoy de acuerdo con casi todo lo dicho. Para los niños, especialmente los de ciudad, es imprescindible que usemos los parques para que jueguen al aire libre y pongan a prueba un montón de habilidades. A mí me cansa el parque, pero hago un esfuerzo y, viendo las normas de Hugo, no lo hago demasiado mal. No llevo nunca dulces ni chocolate (ni para ellos ni para compartir), pero tampoco veo que lo echen en falta. Besos!
ResponderEliminarHugo dice que te pone un notable alto! Porque para el sobresaliente deberás llevar un poco de chocolate revitalizante para tus hijos y sus amigos.
EliminarQué te parece? Jajajaja.
Tiene toda la razón el chico.
ResponderEliminarYa te digo!
EliminarNosotras ya no solemos ir al parque, desde siempre hemos sido de poco parque, y nos evitamos un montón de cosas al parecer, demasiadas reglas para mi, aunque me gusta ver lo organizados que estáis. Un abrazo.
ResponderEliminarNo lo estamos, pero lo procuramos. Cada vez que vamos al parque hay nuevas aventuras que siempre nos sorprenden.
EliminarUn abrazo también para tí y gracias por venir.
Yo firmo esas condiciones si ha cambio no volvemos de morros a casa y pasamos realmente una noche tranquila, jajaja.
ResponderEliminarHe de reconocer que soy de las que le da pereza el parque pero las condiciones de Hugo me parecen muy razonables y las aceptaría sin problemas.
Jajajaja, de morros? En serio vuelve de morros? Es que entonces ya dan ganas de no volver al parque. Creo que es posible que nos hayamos dejado algún conflicto por mencionar, nos ayudas?
EliminarJajajaja! Me reí mucho con las normas básicas de comportamiento!
ResponderEliminarYo como no tengo hijos solo los veo desde lejos cuando voy al parque y trato de acercarme lo menos posible a esa zona de juegos que para mi es un lugar totalmente desconocido y que para ser sincera, me da un poco de miedo, jaja! Un abrazo a los dos!
Ay Kath es que cuando seas mamá o tía y visites el parque comprenderás de lo que hablamos. No dudes en pensar que es un lugar que casi da miedo porque en realidad es una jungla, jajaja.
EliminarPuf, si yo te contara ... creo que los padres tenemos días. La mayoría conocemos la teoría y tratamos de aplicarla, pero hay veces en que te topas con algún padre con el que la teoría no funciona y es mejor recoger, retirarte y respirar conscientemente para contenerte.
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